domingo, 17 de enero de 2010

El embrujo grandilocuente de los centros de consumismo ( mall )

Uno puedes observar a la cultura snob chilensis realiznado su paseo familiar, en estos centros monopolizados del consumismo, estos tremendos monstruos come pymes , con su espectacular despliegue de luces que uno se ve transportado a otra dimensión donde existe aire acondicionado en todos los pasillos y rincones, donde las parejas de jóvenes van a disfrutar un helado en el l angolo, y sentarse en los banquitos que su único paisaje es una tienda, donde concentran toda su atención, en las súper ofertas que los dejan turnio con tanta embeleco comercial, con esa música envolvente, que no te deja pensar ni conversar, y la única idea que se puede hilar en esa maraña de estímulos visuales y auditivos, es aprovechar el ofertón del cincuenta o sesenta por ciento que aun con ese descuento el precio es abismante para un bolsillo de clase media baja alta. De vez en cuando se ve cruzar una que otra persona, por los detector anti robos, que tienen Falabella, donde señoras tiritan por si es que una de esas cosas se equivocan y le suena la alarma , y uno de esos guardias se les tiran encima, ya que ese es su trabajo, ser falsamente amable para las pitucas y ofrecerle todo tipo de tarjetas para su mayor “ comodidad” hasta acompañarlas al auto con su montón de bolsas llena de mugre inútil, la drogadicción por la chuchería suntuarias, la tiene embobadas, comprar y renovar todos los años lo que esta bueno, para que los otros pitucos siúticos no salgan pelando, cuando vallan a su casa, estos perros guardianes discriminadores de su propia raza ya que están amarrados de pies y manos por las pocas chauchas que les dan, corretean a los jóvenes mas morochitos por posibles ladrones, como perros de casa de ricos, patota de desconfiados. Al final uno termina su travesía en el patio de comida donde te encuentras con el final del paseo semanal de esas familias, donde la distorsión de la modernidad llega a un alto punto, todo lo que te ofrecen es una fritura envuelta en plástico con cartón, con nombres en otros idiomas para hacerlos llamativos, comida extremadamente embelesada al maximo, comida de carton.

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